Desde lo personal no dejo de hacer hincapié en el gran apoyo moral por parte de los docentes de la residencia. Esta experiencia fue muy gratificante para mí, ya que, por un período muy corto, logré ponerme en la piel, de mis docentes, las que me vieron crecer día a día y que hacen que siga reafirmando que esta elección de SER DOCENTE no fue en vano.
Ya desde al año pasado, nuestra participación se afianzo mucho mas, y cuando me asignaron este año los establecimientos en donde iba a realizar mi RESIDENCIA, caí en la cuenta de que este gran tejido que he venido realizando durante estos CUATRO AÑOS, ya iba TOMANDO FORMA. Como siempre sostengo, en la vida nadie nos dijo que todo lo que se nos presenta en fácil, pero si le ponemos lo mejor de nosotros podemos llegar a obtener grandes resultados; sobre todo en esta etapa debíamos colocar más que un 100% de nuestro esfuerzo.
La experiencia fue muy reconfortante, ya que en las Instituciones que me toco ejercer mi residencia, logré estar el año anterior, por lo que, me resulto fácil adaptarme.
Haciendo ahínco en lo que es la relación DOCENTE.-ALUMNO, sabemos bien, que hoy en día no es la misma como hace años atrás. Los alumnos de hoy ven en el docente, alguien en quien confiar, en quien creer, muchas veces depositan en ellos un gran cariño que se afianza con el paso del tiempo, esto puede incidir de manera positiva en el alumno haciendo que su interés por la clase sea bueno. Pero también hay un lado totalmente negativo en todo esto; como lo mencionado anteriormente hay quienes ven en el docente alguien en quien confiar; están aquellos que ven al DOCENTE como una amenaza, alguien que los puede llegar a juzgar por lo que piensan, por lo que saben. Desde mis observaciones como practicante, estos actos no se hicieron presentes, pero en algunos casos pude ver esa sensación de que se sentían como observados, como que alguien estaba siguiendo paso a paso todo lo que ellos realizaban; esto hacia que muchas veces el vinculo entre el docente y el alumno no se concretará. Con respecto al clima, fue- en ambas instituciones- un clima cálido donde pude concretar mis objetivos desde un principio. Si bien la CULTURA de cada Institución es muy distinta, pude sentirme muy cómoda y pude llevarme cosas muy hermosas de cada una.

Esta tarea no fue nada fácil; ya que todos somos y son diferentes en su ser y muchas veces no logran aceptar el pensamiento o la forma de ver las cosas que a lo mejor pueden llegar a tener sus pares. Para esto, me propuse unirlos en grupo; y de esa manera, lograr que esas diferencias se olviden por un momento.
La docencia es como el tejido,todos los días hay que ir tejiéndolo, con paciencia y dedicación,para lograr un HERMOSO TEJIDO: LA EDUCACION.
Y para darle cierre a esta reflexión los dejo con una bella frase:
"No existe el fracaso, salvo cuando dejamos de esforzarnos"Jean Paul Marat Periodista y político revolucionario francés
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